Los casos de abandono, negligencia y abuso que Easy Horse Care Rescue Centre ha visto a lo largo de los años son más que suficientes y, sin embargo, los nuevos casos que llegan todavía afectan y conmueven profundamente a los cofundadores Sue y Rod Weeding.
A pesar de la gran falta de fondos debida a la situación actual y a las dificultades a las que se enfrentan sus tiendas benéficas para conseguir dinero para al refugio, la pareja es simplemente incapaz de decir no. Así ha ocurrido esta semana al recibir otra llamada de la policía en la que se les informaba de que habían encontrado un burro abandonado. La pequeña criatura estaba esquelética, con el cuerpo cubierto de heridas. Estaba atado con pesadas cadenas cerca del río en Algorfa. Sue comentó: “Es tan solo piel y huesos. Sé que estamos pasando por tiempos difíciles a nivel financiero, tenemos 122 animales que cuidar y alimentar, pero si hubiéramos dicho que no, esta pobre criatura aún estaría junto al río atada a la palmera sin comida ni agua”.
El rescate se produjo justo unas semanas después de que el refugio Easy Horse Care Rescue Centre recibiera una llamada de Spav La Vila Joiosa, un refugio de Villajoyosa, en relación a un burro abandonado en un lugar en ruinas en un pequeño pueblo. Al no disponer de las instalaciones necesarias para hacerse cargo de un animal grande, pidieron ayuda al refugio equino Easy Horse Care. Sue explicó que las condiciones eran de nuevo lamentables: “Encontramos al pobre burrito en este horrible lugar, solo en un sucio corral. Nos dijeron que los vecinos le alimentaban con pan desde que desapareció el dueño”. Necesitó la atención urgente de su veterinaria equina Dorothea, a quien preocupaba el estómago del burrito, y se continúa vigilando su salud.
La fundación Rescue Centre, con sede en Rojales, continúa estando a la cabeza de este tipo de rescates y es el primer punto de contacto de las autoridades cuando se tienen que ocupar de casos de abuso y abandono animal. Aun así, a pesar de la estrecha relación con la policía y los ayuntamientos, no reciben ninguna financiación o ayuda económica. Todo proviene de los bolsillos de Rod y Sue o de donaciones públicas. Con dos bocas más que alimentar necesitan ayuda ahora más que nunca. Además, su furgoneta, esencial para ayudar a llevar los muebles donados a las tiendas benéficas, se encuentra actualmente en el taller. Se prevé que el coste de las reparaciones esté entre 1,000 y 1,500€ y aún deben 5,000€ al hospital equino de Alicante por tratamientos anteriores. “Tenemos una falta enorme de fondos y nos enfrentamos a muchas dificultades, pero si nosotros decimos que no, no existe otra opción para estos animales”.