Mientras muchos de nosotros disfrutábamos de un tiempo alejados del estrés y las tensiones cotidianas, Sue y Rod Weeding, propietarios y fundadores de Easy Horse Care Rescue Centre, no han podido disfrutar de este descanso.
Los indispensables voluntarios también se han tomado su bien merecido descanso durante este periodo, como es natural y comprensible, pero esto ha dejado a Rod y Sue trabajando más que nunca para seguir ocupándose del cuidado de los 121 caballos, ponis y burros bajo un calor insoportable.
Seguían disponibles para atender nuevas llamadas de auxilio, y hace poco aceptaron un nuevo inquilino, un pequeño poni rescatado en Callosa del Segura, después de que las autoridades les contactaran para que acudieran en su ayuda. «Este poni va a ser uno más con necesidades especiales. La mayoría de los animales rescatados tienen problemas de salud, razón por la cual han sido abandonados, y por supuesto, esto conlleva mayor carga financiera que un caballo sano».
Con el endurecimiento de las leyes y Sue y Rod trabajando en estrecha colaboración con el SEPRONA, el organismo de protección y conservación del Medio Ambiente del gobierno, Easy Horse Care no puede reubicar ninguno de los caballos o ponis que reciben, incluso si están sanos. Un veterinario del gobierno les pone un chip y les expide un pasaporte para que queden registrados oficialmente y permanecen bajo el cuidado de Sue y Rod.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Rojales sigue ayudándoles. «Han sido increíbles» afirmó Sue. «Continúan luchando por nuestra causa y este año han aumentado la subvención que nos conceden a 8 000€».
A raíz de este apoyo y colaboración surgen otros asuntos que hacen que la pareja se enfrente a un futuro emocionante pero desafiante: «Nuestro mayor reto es que el gobierno quiere convertirnos en una granja» dijo Sue. «Si bien es maravilloso por todos los caballos, ponis y burros que viven aquí, va a ser casi imposible para Rod hacer todo el trabajo necesario para obtener la licencia de granja que quieren que tengamos. Él tiene 73 años, tiene que construir muchas más instalaciones, colocar más vallas en la parte trasera del refugio y, en este momento, al no tener casi voluntarios, nos está costando muchísimo hacerlo todo nosotros».
La pareja, que ha dedicado su «jubilación» al Centro de Rescate, está deseando seguir adelante con los planes, a pesar de la falta de voluntarios, y han comprado ya gran parte del material necesario, gracias a la subvención del Ayuntamiento de Rojales.«Estamos encantados de ser reconocidos por la policía y las autoridades y estamos trabajando en estrecha colaboración con ellos, pero aún no estamos en condiciones de conseguir suficiente dinero para pagar todas las instalaciones que tan desesperadamente necesitamos para obtener la licencia de granja. La única manera de sobrevivir es con el apoyo de la gente».
Es el público quien ha donado generosamente dinero y artículos para su venta en las tiendas benéficas, dirigidas de forma crucial por voluntarios, y Sue y Rod reconocen y aprecian cada euro donado y cada hora dedicada a ayudar a los animales. De ahora en adelante con la esperanza de conseguir el estatus de granja y mayor reconocimiento y apoyo financiero de las autoridades, esperan que sea el público quien, por una vez más, acuda en su ayuda a la vuelta de las vacaciones de verano.
– Traducido por Marta Guillén