Bronson
Rescatado: 1 de octubre 2010
En cuanto vimos a Bronson, supimos que le habían golpeado de manera brutal.
Recibimos una llamada de la Guardia Civil solicitándonos ayuda con un caballo herido que habían encontrado cerca de Almoradí. Al llegar, nos encontramos con un precioso semental de pura raza española, de unos 9 años, dando tumbos en un campo al lado de la carretera principal.
Cuando nos acercamos, comprobamos que Bronson tenía heridas de gravedad en la cabeza. La sangre manaba de una herida profunda encima del ojo izquierdo, lo que evidenciaba que había sido golpeado deliberada y terriblemente con algo afilado y duro.
Cuando quisimos aproximarnos, Bronson intentó levantarse y escapar, le aterrorizaba que le volvieran a golpear. Todavía llevaba puestas una cabezada y unas riendas rotas, lo que hacía pensar que se había escapado de sus dueños y había conseguido llegar hasta la carretera, donde los coches podían verle. Probablemente esto fue lo que le salvó la vida.
Ya en el refugio Easy Horse Care Recue Centre, las pruebas de rayos X revelaron una fractura que iba desde encima del ojo hasta la mandíbula, pasando por la oreja. Alucinamos al ver que había fragmentos de metal en la herida, puesto que eso quería decir que probablemente alguien había intentado matarle con un martillo.
Bronson pasó una semana de cuidados intensivos, doblemente atado de manera que no se cayera y ni se le saliera el gotero que le mantenía con vida en esos complicados primeros días. También aseguramos su cabeza en alto, dado el elevado riesgo de hemorragia cerebral que había si la bajaba.
Le limpiamos la horrible herida dos veces al día. A menudo salían pequeños trozos de hueso.
Mientras que la herida de la cabeza de Bronson se iba recuperando lentamente, el ojo, el oído interno y la parte del cerebro que controla el lado izquierdo del cuerpo habían quedado dañados de por vida. Era como si hubiera sufrido un derrame cerebral y esto le hubiera provocado la pérdida de movilidad en medio cuerpo.
En este tiempo, Bronson ha vuelto a aprender a caminar, ya puede comer y beber, y se desenvuelve bien y feliz. Pero su sentido del equilibrio ha quedado con daños irreversibles y el de la vista, con deficiencias significativas, lo que hace que Bronson tenga la cabeza un poco ladeada.
A veces, si está demasiado alborotado, todavía se cae, pero aún así, Bronson es uno de los caballos más agradables y felices que te puedas encontrar.
Antes de ser rescatado, a Bronson, como semental que es, le sacaban casi solamente para cubrir yeguas, y si no, estaba encerrado en un establo 24 horas al día, siete días a la semana. Probablemente, nunca se le había permitido tener contacto natural con otros caballos.
Así que, tras haberle esterilizado y no sin cierta inquietud, liberamos a Bronson de la seguridad de la cuadra para que pudiera estar en su prado.
Su nerviosismo se convirtió rápidamente en sorpresa y entusiasmo ante la estupenda nueva experiencia. Se dirigió hacia su prado con grandes temblores y llamando a sus amigos, quienes respondieron llamándole también.
Con el corazón en un puño, le dejamos en el prado y observamos atónitos cómo Bronson, el caballo que había estado a las puertas de la muerte, galopaba y corcoveaba por todo el campo. Viéndole ahora, nadie diría que tuvo problemas de equilibrio.
Dado el horrible estado en que estaba Bronson cuando fue rescatado, fue como contemplar un milagro. Recordaremos siempre la felicidad que sentimos ante su estallido de alegría.
Bronson sigue vivendo fuera de manera continua, es lo que él prefiere, en un prado más grande con su mejor amigo, Harry Trotter, a quien vio nacer en el prado contiguo. Harry y Bronson son totalmente inseparables.
Unas palabras de Dorothea, la veterinaria.
El cráneo del caballo está hecho de diferentes piezas individuales de hueso que forman una caja ósea que protege el cerebro y los principales órganos de los sentidos. Un golpe en cualquiera de estos huesos puede fracturarlos, poniendo así en peligro las delicadas estructuras que protegen, lo que puede causar diferentes síntomas dependiendo de la estructura dañada.
Normalmente, se dan signos de disfunción neurológica, como pérdida de conocimiento, ceguera, desorientación o incluso convulsiones. A veces, el resultado es la muerte inmediata.
En el caso de Bronson, un golpe en la cabeza le fracturó el hueso temporal. Este hueso protege un órgano llamado sistema vestibular, que es donde se localizan el sentido del equilibrio y el sentido de la orientación espacial.
El sistema vestibular envía señales a las estructuras neuronales que controlan el movimiento de los ojos y a los músculos que mantienen al animal en pie. El conjunto de sintomas de un sistema vestibular disfuncional se conoce como síndrome vestibular. El síndrome se caracteriza por: inclinación de la cabeza, nistagmo (movimiento anormal del ojo), desplazamiento en circulos, estrabismo (posición anormal del ojo) y ataxia (patrón de movimiento anormal).
Bronson, además del síndrome vestibular, tenía graves problemas de salud que ponían en riesgo su vida ya que los golpes le habían dañado también el cerebro. El alcance del daño neuronal no se hizo evidente hasta que su vida no dejó de estar en peligro. Padecerá síndrome vestibular para siempre.
– Dorothea Dudli von Dewitz, veterinaria equina
Somos una fundación sin ánimo de lucro formada casi totalmente solo por voluntarios, y dependemos de vuestras donaciones para continuar con el trabajo de rescatar caballos como Bronson y cubrir el coste de su alimentación y sus cuidados. Puedes encontrar más información sobre cómo ayudarnos: aquí.
– Traducción al español por Isabel Sodric.