Golondrina
Rescate: 22 de marzo del 2014
Fallecimiento: 30 de julio del 2018

Golondrina (Goldie para abreviar) llegó a nosotros con una laminitis severa y los tendones retraídos, debido no solo a la mala alimentación sino también a haber estado hacinada en un pequeño recinto durante años.

La laminitis hizo que el hueso pedal de esta anciana yegua girara sobre su casco, y Goldie retrajo sus tendones en un intento de aliviar el dolor. Con el tiempo sus tendones quedaron retraídos, como una mujer que usa tacones altos toda su vida y luego le resulta difícil usar zapatos planos. Esto es bastante serio con un caballo, porque como dice el refrán inglés, «no foot, no horse», básicamente se refiere a la importancia de un buen cuidado y mantenimiento de los cascos.

A finales del año 2014 enviamos a Goldie a la Clínica veterinaria Equihealth en Barcelona, con Gasper y su equipo de especialistas, donde le realizaron una cirugía en ambas patas delanteras para alargar los tendones, la cual fue todo un éxito.

Durante los siguientes cuatro años, Goldie llevó unos zapatos especiales de “rock-and-roll”, que rodaban hacia adelante cuando caminaba, los cuales la han ayudado a moverse considerablemente. Era increíble ver el confort y la comodidad que éstos le proporcionaron a nuestra Goldie, ¡incluso encontró como novio a nuestro travieso y guapo Diplomat!

X-rays

Sin embargo, al finales de 2017 empezó a sufrir problemas de nuevo. Esta vez, de forma increíble, y con la ayuda de nuestra fantástica veterinaria Dorothea, comprobamos que proporcionándole tratamiento con Botox le aliviaba mucho el dolor.

Este tratamiento experimental, el cual es bastante común en caballos en Estados Unidos pero en raras ocasiones ha sido utilizado en España, le permitió a nuestra Goldie continuar viviendo al aire libre en los prados con su mejor amiga Bella y el resto de su familia: Diplomat, Mystery y Nakita.

Tristemente en julio de 2018, la salud de Goldie comenzó a deteriorarse de nuevo. Una vez más, intentamos todos los tratamientos disponibles, incluyendo más Botox, pero nuestra adorada Goldie estaba sufriendo y no había nada que pudiéramos hacer, tan solo tomar la dolorosa pero necesaria decisión de dejarla marchar en paz.

Echamos muchísimo de menos a nuestra dulce Goldie.

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