Linda May fue el primer potro nacido en nuestro centro de rescate. Su mamá es Ginger, una yegua árabe, que estaba preñada cuando la rescatamos en noviembre del 2008.
Fue muy emocionante enterarnos del embarazo, pero al mismo tiempo estábamos muy preocupados, ya que esta yegua estaba severamente malnutrida. Además, era bastante arisca debido a la falta de contacto con humanos. Y ¿qué íbamos a hacer si había algún problema con el potro recién nacido? No obstante estábamos muy contentos ya que podíamos llamar a nuestra veterinaria equina, Dorothea, a cualquier hora si la necesitábamos.
A medida que el embarazo llegaba a su fin, Ginger empezó a mostrar señales de lo que pronto iba a ocurrir y durante dos semanas nos levantamos por las noches para observarla.
Nos acercábamos sigilosamente por el patio durante la noche para no molestar a los otros caballos y mirábamos a Ginger con inquietud para ver si ocurría algo. Ella, con mucha calma, nos observaba con extrañeza como si preguntara, ¿qué estáis haciendo aquí? Y nos volvíamos a dormir otro par de horas.
Finalmente, un sábado por la mañana sobre las seis, bajamos para darles de comer y aún no había pasado nada, así que regresamos a casa a desayunar y cuando volvimos allí estaba ella.