Lola fue encontrada en El Mirador de San Javier en un estado horroroso, completamente esquelética y sufriendo de una condición llamada Sweeney, un desgaste de los músculos y daño en las articulaciones por haber sido sobreexigida. Creemos que tenía alrededor de 28 años cuando fue rescatada.

El hombro izquierdo de Lola tenía un daño nervioso tan severo que estaba parcialmente paralizado y no se podía curar, pero nuestro herrador especialista creó herraduras especiales para ayudarle a estar más cómoda.

A pesar de su pasado, Lola era una yegua encantadora y cariñosa. Era tan gentil, amable y paciente con todo, y estaba tan feliz de tener comida que casi no dejaba de comer. Realmente apreciaba cada minuto de su tiempo con nosotros y era una yegua hermosa y grande. Debe haber sido magnífica en algún momento.

A Lola le gustaba tumbarse y prefería un lado debido a su hombro congelado. Lamentablemente, porque sus caderas sobresalían tanto, los huesos comenzaron a salir lentamente a través de la piel y se infectó, una infección que no se pudo curar. Finalmente, tuvimos que poner a dormir a esta encantadora anciana.

DEP, Lola.