El segundo rescate más grande en los nueve años de historia del centro ocurrió en abril de 2018, cuando la policía de Dolores llamó a los cofundadores Sue y Rod Weeding a una situación terrible: siete équidos (cuatro caballos y tres ponis) cuyos dueños ya no podían alimentar estaban a punto de ser desalojados del terreno que estaban alquilando.

Los vecinos habían estado arrojando algo de comida a los equinos, pero no era suficiente. Con el desalojo pendiente, los dueños desesperados habían considerado vender la manada a comerciantes ilegales de carne de caballo.

Los dueños habían también considerado sacrificar a los animales. Pero, según cuenta Sue, «hubiera costado más de 2,000€ sacrificar a siete caballos en España. Esta familia no podía pagarlo. Éramos la única esperanza para estos caballos».

La tribu de equinos, una madre, su hija y su hijo, una tía y tres miniaturas (dos yeguas y un semental), estaban desnutridos y deshidratados. Además, las pezuñas del pequeño macho estaban en muy mal estado.

Las cinco yeguas pudieron ser liberadas en un campo poco después del rescate, pero Lawrence y Elton, los dos sementales, necesitaban ser castrados antes de unirse a la manada.

No fue posible mantener a Lawrence aquí porque estar encerrado en un establo lo hubiera vuelto loco, así que se quedó con nuestra veterinaria, Dorothea, durante un par de semanas para ganar la fuerza suficiente para ser castrado de manera segura. Desafortunadamente, cuando regresó, su manada ya no lo consideraba parte del grupo.