Luceiro
Rescatado: 27 de octubre de 2008

La historia de nuestro refugio empieza con Luceiro, un semental de dos años de edad que encontramos encerrado en un establo oscuro y asqueroso, con el ojo izquierdo muy dañado y podrido, lanzándose repetidamente contra las barras de su sucia caseta porque las moscas le estaban volviendo loco.

Habíamos ido a ese establo privado, donde él estaba, para intentar vender esterillas de goma para establos. En aquel momento, ni siquiera teníamos un refugio para caballos. Éramos una pareja normal de británicos que disfrutaban de su jubilación de sol y relax en España.

Pero la cosa cambió cuando miramos a los ojos a Luciero.

Se había dañado el ojo con algo afilado en su caseta, y su propietario, aparentemente, había perdido interés. Así que Luceiro llevaba cerca de un año en un recinto semioscuro donde cada día le lanzaban comida a través de las barras de metal.

Luceiro, a stallion locked in a filthy and dark stable

Nos dijeron que estaba demasiado loco y que pronto se convertiría en carne para perros. Rod y yo nos miramos y supimos que nuestras vidas ya no iban a ser igual.

Antes de poder llevarle de vuelta a una vida segura, tuvimos que intervenirle quirúrgicamente para extirparle el ojo, ya que no había ninguna esperanza de que lo pudiera recuperar. También le castramos.

Los anteriores propietarios nos ayudaron con 500 € para cubrir gastos del veterinario. A menudo nos encontramos en esta situación: la gente ve un problema y siente que no tiene capacidad para solventarlo, pero está encantada de ayudar cuando alguien les presenta una solución.

Tuvimos que pagar al propietario de Luceiro la cantidad que hubiera obtenido si lo hubiera vendido para carne.

Llegó el día de llevarle a casa. Un montón de gente vino al establo a ver cómo metíamos a este caballo salvaje en el remolque.

Encontramos a Luceiro atado entre dos postes de metal, encadenado a ambos lados de la cabezada. El veterinario le había sedado pero llegamos tarde y el efecto de la sedación se había pasado.

Le di un premio y pareció que iba todo bien. Nos alejamos un momento de la multitud y salió corriendo hacia una esquina de la cuadra, después se detuvo, aterrorizado y sin saber qué hacer.

Le masajeé y le rasqué, y después le dije: “Venga, vamos, podemos hacerlo». Y este animal salvaje y alocado caminó conmigo como un cordero, dejamos atrás a la multitud y entró directo en el remolque.

A día de hoy todavía no sé por qué lo hizo. Fue una muestra muy especial de confianza.

Después nos fuimos.

Sue Weeding and rescued horse Luceiro

Llevamos a Luceiro a nuestra finca, y sin a penas darnos cuenta creamos el tan necesitado refugio de caballos.

La vida de Luceiro se complicó antes de mejorar. Perder el ojo le supuso un gran trauma. A los humanos se les puede explicar lo que ha pasado. Pero a los caballos, no. Simplemente un día ves y al otro ya no puedes ver. Nadie les puede explicar que nunca volverán a ver, ni cómo pueden salir adelante en la nueva situación.

Al principio galopaba alocadamente y se chocaba con las vallas porque, como siempre había vivido en espacios muy pequeños, desconocía su fuerza en un espacio abierto. Se sentía abrumado, se tropezaba con cualquier cosa que estuviera en su camino a la cuadra.

Rescued horse Luceiro

Pero con tiempo y paciencia, Luceiro se adaptó perfectamente a su nuevo entorno. Ahora quiere ser parte de todo. Tiene su propio espacio en la esquina trasera del refugio desde donde puede ver todo lo que pasa.

Es un caballo imponente e increíblemente hermoso, lleno de personalidad, apreciado por las yeguas y los visitantes. Obviamente es un caballo peculiar dado el horrible comienzo de su vida. Aún así, Lucerio es amable y muy cariñoso.

Puedes ayudarnos a mejorar significativamente la vida de un animal rescatado amadrinándole con tan solo 5€ al mes (o la moneda que elijas).
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