Mimosa
Rescate: 2 de agosto del 2011

La joven Mimosa fue encontrada encerrado en un recinto parecido a una jaula cerca de San Luis, extremadamente desnutrida y descuidada.

Su rescate comenzó realmente con una yegua terriblemente delgada llamada Blanca, que estaba atada al lado de una carretera cerca de San Luis sin comida ni agua, lo que incitó a un residente a llamar a nuestro refugio.

Uno de nuestros voluntarios cercanos fue a investigar y, después de darle a la pobre Blanca un poco de agua, se aventuró por el camino hacia algunos edificios.

Allí, nuestro voluntario encontró a Mimosa, esquelética, encerrada en una jaula, con otro caballo cerca llamado Oscar. Dos burros llamados Gin y Tonic también estaban allí, atrapados en un antiguo edificio en la oscuridad y vadeando alrededor en su propia orina y heces.

Inmediatamente fuimos a la propiedad para evaluar la situación nosotros mismos y luego contactamos a la policía. La policía nos advirtió que estábamos en propiedad privada y nos aconsejó que nos fuéramos. La advertencia llegó demasiado tarde, y los propietarios llegaron justo cuando colgamos el teléfono.

Hablamos con los propietarios y, ya que no había policía de respaldo en el lugar, nos ofrecimos a comprar los caballos y burros. Después de una acalorada conversación acordaron vender a Blanca en el acto. La batalla para liberar Gin y Tonic continuó durante los siguientes días.

Pero tomó casi dos meses para rescatar a Mimosa, mientras que Oscar no pudo ser liberado hasta finales de 2015. Toda la experiencia adquirió una amplia cobertura mediática local, que ayudó en nuestra difícil situación.

Finalmente, las negociaciones para asegurar la liberación de Mimosa se establecieron y en agosto de 2011 fue traída a nuestro refugio, segura y libre al fin.

Inmediatamente nos dimos cuenta de que Mimosa, de unos seis años y medio cuando fue rescatada, sufría problemas psicológicos como resultado de estar enjaulado durante tanto tiempo. También es propensa a ir coja y a veces necesita un tratamiento especializado del herrador.

Pero empezamos a notar una gran mejoría en el estado mental de Mimosa desde abril del 2012, cuando colocamos una nueva rescatada llamada Luna en su campo. Luna también sufre problemas psicológicos, probablemente como resultado de abuso del pasado, y esperábamos que la compañía de otros caballos pudiera ayudar a reducir sus barreras mentales. Funcionó de maravillas.

Mimosa and Luna hit it off straight away and have been inseparable ever since. On the odd occasion that we’ve had to temporarily remove Mimosa to treat ongoing problems with her hooves, Luna has called out non-stop and is simply inconsolable until her best friend returns.

These days Mimosa, which means «affectionate» or “loving” in Spanish, is very much living up to her name. While still wary of strangers, she is much more trusting around humans she knows. It is so wonderful to see her grow healthy and happy after fighting for so many weeks to free her.