Nelson
Rescate: 10 de octubre del 2010

Un día de otoño recibimos una llamada de la policía de Almoradí: nos requerían con carácter urgente para rescatar a dos caballos miniatura. Agentes armados nos acompañaron al lugar en cuestión. Era peligroso y teníamos que darnos prisa: había que rescatar a los ponis antes de que volviesen sus dueños.

Encontramos a los animales, que más tarde bautizamos como Napoleón y Nelson, en un terrible estado de inanición. Para más inri, al final de un estrecho camino, hallamos a dos caballos famélicos más: el pequeño Jacob y Sophia, su madre, que estaba preñada. (Más adelante, la yegua dio a luz a una potrilla a la que llamamos Katy-Rose en nuestro refugio).

En un principio solo teníamos previsto rescatar a los dos ponis pero, afortunadamente, nos había acompañado un voluntario con una furgoneta. Rápidamente cargamos a los caballos grandes en el remolque y a los ponis en la parte trasera de la furgoneta. Una solución poco convencional, ¡pero la furgoneta cumplió su función!

A la policía le preocupaba que los dueños de los caballos tomasen represalias, y nos aconsejaron mantener a Nelson, Napoleón, Sophia y Jacob ocultos durante unos meses, hasta que engordasen lo suficiente como para que no pudieran ser reconocidos.

Sin embargo, tuvimos que traer a Nelson a nuestro refugio, debido al mal estado en que se encontraba. Necesitaba asistencia veterinaria urgente.

Estaba extremadamente deshidratado, desnutrido y lleno de pulgas y garrapatas. Pero lo peor de todo era la infección de su ojo derecho. Tenía una espina clavada y no había sido tratado. A causa de ello, tenía el ojo como una pasa, ya que se le había secado por completo.

A nuestra veterinaria equina Dorothea no le quedaba otra opción que extirparle el ojo para aliviar su dolor y posibilitar la recuperación de la cuenca del ojo. También lo castramos, igual que hacemos con todos los animales enteros que rescatamos.

Con el tiempo, Nelson se recuperó perfectamente. Es un poni muy fuerte y todos los días sale con el resto de ponis.

Enseguida se hizo amigo de la pequeña Magic, que fue rescatada un año antes, a punto de morir. Curiosamente, Magic también había perdido su ojo derecho. Esta pareja de ponis de un solo ojo se ha vuelto inseparable y, hoy en día, son inseparables.