Pablo
Rescate: 11 de febrero del 2011
Fallecimiento: 20 de diciembre del 2020

Pablo tenía unos 16 años cuando llegó a nuestro refugio en 2011. Sus antiguos propietarios ingleses nos llamaron muy preocupados, ya que sus condiciones de trabajo habían cambiado y ya no podían cuidar de su caballo pío.

Estando España en medio de una crisis económica, temían que nunca serían capaces de encontrar un hogar adecuado para Pablo.

Por lo general, no tomamos equinos simplemente porque sus dueños ya no los quieren. Creemos que la mejor forma en que podemos ayudar a impulsar el bienestar animal en España es mediante el uso de nuestros escasos recursos para trabajar con la policía en casos de abuso y negligencia, enviando un fuerte mensaje de que no se tolerarán los malos tratos. Pero Pablo fue un caso especial y decidimos aceptarlo.

Pablo encontró de inmediato un mejor amigo Paloma, un caballo gris rescatado dos años antes. Estos dos literalmente nunca están separados y se quedaran de esa forma durante toda la vida.

En enero de 2016, tuvimos un susto cuando Pablo desarrolló síntomas de cólico. Un ultrasonido pronto reveló un bulto sólido de materia que causaba un bloqueo. Nuestra única opción fue llevar rápidamente a Pablo al hospital de caballos de Alicante, donde realizaron una cirugía de emergencia.

Increíblemente, el vínculo entre Pablo y Paloma es tan fuerte que mientras Pablo se estaba recuperando en nuestro establo, Paloma pasó muchas horas esperando y mirando su valla esperando el regreso de Pablo, y se llamaban a menudo entre ellos. Qué animales tan increíbles, merecen estar juntos para siempre.

Es por eso que es tan importante mantener equinos con al menos un amigo en todo momento. Son animales de manada y la compañía hace maravillas tanto por su salud mental como por su calidad de vida.

Pablo sufre de picazón en la primavera, una reacción alérgica a las picaduras de insectos, por lo que debe ser recubierto de una ligera manta de algodón para ayudar a protegerlo. Muchos caballos sufren de esto aquí en España, ya que las moscas y los mosquitos pueden ser brutales, por lo que sus dueños deberían estar especialmente atentos durante los meses más cálidos y ponerles una ligera manta y tener una pomada especial llamada D-itch.

Era un poni muy amigable, fue un placer compartir nuestro hogar con él.

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